Hace unas semanas, Josemi nos dijo que junto con el proyecto confesiones, teníamos que hacer nuestra línea de tiempo, en la cual se recogieges las vivencias que habíamos tenido en nuestro trayecto educativo.
Mientras hacía éste trabajo me he dado cuenta de que la mayoría de las cosas que recuerdo son positivas. Apenas recuerdo ningún percance, ninguna mala experiencia... y la mala experiencia que recuerdo es la que me ha ayudado a retomar el camino que ahora mismo estoy recorriendo.
Por eso, pienso que los profesores no tienen que hacer milagros para que un alumno disfrute en el día a día de la escuela, porque normalmente, las chicas y los chicos que acuden a la escuela suelen estar llenos de vitalidad y energía, y lo único que necesitan para pasarlo bien es un poco de libertad y un entorno agradable. Eso sí, creo que es de vital importancia proteger a los alumnos de las malas experiencias que pueden condicionar sus experiencias escolares. Como por ejemplo, de los bullyngs y de la exclusión.
buena línea de tiempo. Simple, clara, con posibilidades....ederra!!!
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